LOS DESVELOS DEL GENERAL

Oscar Souhilar

 

 

 

Por el Prof.  Oscar R. Souhilar

 

 

 

 san martin andes

Mendoza, diciembre de 1815. Un hombre inquieto se levanta de su lecho en horas de la madrugada;  no puede conciliar el sueño.

Sobre su mesa de trabajo se acumula una serie de documentos, papeles, un tintero y una pluma.

Piensa: “No puedo iniciar la campaña contra el enemigo, como si fuera el Jefe de un grupo de Forajidos”.

 

 

Los nombres de Tomás Godoy Cruz, Juan Agustín Maza, Francisco Narciso de Laprida, Fray Justo Santa María de Oro y Juan Martín de Pueyrredón, pasan por sus pensamientos.

Todos ellos fueron empujados por el esfuerzo de este hombre, formando un trípode con Belgrano y Güemes, que lo acompañaron para constituir un Congreso de Representantes de las Provincias Unidas de Sur América.

Se sienta en su escritorio y escribe a su diputado amigo, Tomas Godoy Cruz: “¿Cuándo empiezan ustedes a reunirse? Por lo más sagrado, les suplico, hagan cuantos esfuerzos quepan en lo humano para asegurar nuestra suerte. Todas las provincias están en expectativa esperando las decisiones de ese Congreso; él puede cortar las desavenencias”.

Pasan los días y vuelve a escribir… a insistir: “¿Cuándo se juntan y dan principio a sus sesiones? Yo estoy con el mayor cuidado sobre el resultado del Congreso y con mucho más si no hay unión íntima de opinión.”

El General se mostraba pesimista ante el curso que tomaban los sucesos. La falta de recursos económicos y humanos de las provincias, más la expansión del localismo anárquico y faccioso; todo esto, sumado a la situación de emergencia creada por la amenaza exterior lo preocupaban seriamente.

Escribe nuevamente a su amigo diputado: “¡Hasta cuando esperamos para declarar la independencia!   No le parece a Ud. una cosa bien ridícula, acuñar moneda, tener pabellón, cucarda nacional y por último hacer la guerra al Soberano, de quien en el día se cree dependemos. Que nos falta más que decirlo. Por otra parte ¿Qué relaciones podemos emprender cuando estamos en pupilo?

Los enemigos  (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos.

Esté Ud. seguro que nadie nos auxiliará en tal situación y por otra, el sistema ganaría un cincuenta por ciento, con tal paso. ¡Ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas! Vamos, claro, mi amigo, si no se declara la Independencia, el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo el monarca  la soberanía, es una usurpación que se le hace al que se cree verdadero soberano, es decir  Fernandito”.

El corazón del General, dio un brinco de alegría al recibir la noticia de que el Congreso de sus desvelos había declarado la Independencia de los reyes de España y su metrópolis, el día 9 de Julio de 1816.

Las Provincias Unidas de Sud América habían dado su Golpe Magistral.

El 17 se enero de 1817, y ahora sí,  al frente de las columnas de un ejército independiente, el General inicia la campaña libertadora más importante de la historia: comienza el Cruce de los Andes.

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