EL ULTIMO BOHEMIO.
Cacho está a punto de dar un nuevo concierto con su banda. La particularidad de este día es que “El matador” cumple años y lo festeja como en su casa. Horacio Pollini, dueño del establecimiento, productor y amigo personal, nos invitó gentilmente para que podamos participar de esta íntima presentación y para que nuestros lectores disfruten de esta jugosa entrevista:
¿Cómo fue tu infancia?
Fue una infancia feliz, muy linda, maravillosa. Éramos una familia de tanos tipo los Campanelli. Fui a un colegio de curas; y era monaguillo (risas…)
¿Monaguillo?
¡Si señor! Posta. Ahora estoy como candidato para ser el próximo Papa. Y cuando yo sea Papa voy a ser conocido como Humberto IV.
¿Cuáles fueron tus referentes artísticos?
De pibe Julio Sosa y Elvis Presley.
De una punta a la otra.
Si. Yo tenía una fuerte influencia tanguera; todos veníamos del tango en esa época, pero un día, de pibe, mientras estaba arriba de una calesita en Plaza Irlanda, escuché a Elvis Presley y ahí nomás se me dio vuelta el balero.
Si, ¡Más vale! Era “Hotel de los corazones rotos”. Y fue como te digo, se me dio vuelta la cabeza. Pero a muchos de los de la época se nos mezcló todo el tango que traíamos, con Elvis Presley.
Elvis influyó a toda la generación…
¡Qué te parece! A tal punto que todo el mundo salió a imitarlo. Cada uno lo imitaba a su manera., pero fue Sandro quien lo imitó con su estilo y muchísimos otros después salieron a rockear y a mover el culo y la pelvis.
¿Es cierto que sos dibujante modelista?
Exactamente. Soy dibujante modelista de calzado para damas. Esa era mi profesión hasta los 30 años.
¿A la par de la música?
Si, claro. Yo tocaba la viola y el piano y andaba por todos los boliches y cabarulos. No ganaba un mango pero la pasaba re bien (risas…)
¿A que edad se despertó tu vocación?
¡Epa! ¡Pensé que me ibas a preguntar a que edad se despertó mi sexualidad!
¡Y dale! Hablamos de las dos cosas si querés.
Ok (risas…) Mi vocación musical se despertó a los 6 años.
Arrancaste con el piano, pero terminaste cambiándolo por la guitarra. ¿Por qué?
Porque la guitarra es más íntima para componer. Me gusta más. Pero eso es muy personal, ya que hay quienes opinan al revés.
¿Y en cuanto a tu otro despertar?
Me empecé a masturbar a los 11 años, con un almanaque de gomería que me regalaron, en el que estaba Marilyn media desnuda…
¿Y con eso alcanzaba?
¡Y si, en serio te digo! No existían las revistas que podés encontrar ahora en cualquier kiosco.
¿Mucho después de esos momentos a solas con Marilyn, llegó tu primera vez?
No, no mucho. Debuté a los trece años y fue con dos mujeres a la vez.
¿Con dos?
¡Y que querés que le haga! ¡Fue lo que conseguí! De chiquito era encarador.
¿Una noviecita que recuerdes de aquellas épocas?
¡Uy, sí! La reina del club de allá del barrio de Flores. Tenía 16 o 17 años. Estuve tres años de novio ¡y no me la pude voltear! (risas…) Y… ! en esa época no podías hacerlo tan fácil.
¿Fuiste infiel?
Si. Pero la infidelidad en las parejas está en el silencio. La infidelidad real es estar haciendo el amor con una persona y estar pensando en otra.
¿En una vida tan intensamente vivida, te quedan fantasías por cumplir?
En general las fui cumpliendo a todas, pero es bueno vivir de fantasías; si no tenés fantasías es como el pobre tipo que no se masturba por falta de imaginación.
¿Te arrepentís de algo?
¡Uff! ¡De tantas cosas! ¿Vos viste que es común escuchar: “si yo vuelvo a nacer haría todo lo mismo”?
Si, tal cual
Bueno, yo no. Cambiaría cosas. Si volviese a nacer sería empleado de un Banco. Y estaría con muchas minas que no estuve. Me quedaron muchas en el tintero.
Parece obvia la pregunta, pero te la hago: ¿tuviste muchas mujeres?
No. Todas fueron importantes en mi vida, pero no fueron tantas.
¿Cómo definís a la mujer?
La mujer es un ente que juega al ajedrez y que al jugar, puede mover las fichas sin tocarlas…