Por Aldo Chiarella*
Transcribo a continuación las reglas básicas establecidas por Konosuke Matsushita; dedicadas a todos los que intervienen en la educación. Se debe tener:
Una fe sincera en que toda persona con una determinación real, puede superar cualquier obstáculo.
– Un espíritu independiente tanto para la acción como el pensamiento.
– Una predisposición para aprender de todos y cada uno de los sucesos de la vida.
– Una capacidad para superar los viejos estereotipos.
– Una actitud tolerante y solidaria con sus semejantes.
Claro está que para que todo esto se pueda materializar, basta que se emplee una sencilla fórmula, que tiene tres ingredientes principales: afecto, disciplina y actualización. Esto último requiere que los adultos tengan bien en claro que los chicos de hoy son muy diferentes a los que fuimos nosotros. Al respecto me apoyo en la opinión de Tonucci, uno de los más claros pensadores sobre educación, que por si fuera poco acompaña sus ideas con ingeniosas viñetas (bajo el seudónimo de: Fratto). Uno de sus libros:”con ojos de niño” nos presenta la realidad de la escuela y de la vida según la ven los chicos y que difiere de cómo la vemos los adultos.
Nuestros hijos saben más de muchas cosas que nosotros (tecnología, ecología, sexo, etc.) nosotros compensamos con nuestros conocimientos que surgen del conductismo que sufrimos en nuestra edad escolar y con lo que la vida nos hizo conocer (a veces con felicidad y otras acompañada de moretones).
Los adultos debemos acomodar esta situación aparentemente controversial. Sobre la base de lo que los chicos saben, completar lo que no saben; focalizar su atención privilegiando lo importante sobre lo superfluo o profundizando esa base que ya poseen.
Savater dice que el maestro debe desarrollar ciertas capacidades primordiales: discutir, refutar, justificar; así como la capacidad de escuchar; siendo el propio maestro ejemplo de esas actitudes.
Meirieu; escribió un libro titulado Frankestein educador. Cuando lo tuve en mis manos lo leí con poco entusiasmo ¿Qué tenía que ver Frankestein con la educación? En realidad después al comprender que se refería a que la función del docente no es fabricar a un adulto sino ayudarle para que se construya a sí mismo. Es decir que alcance la emancipación siempre en relación con la cultura de la época del individuo. Algunas de sus propuestas son:
– La relación educativa nunca debe ser un acto de posesión.
– Reconocer que los alumnos no deben ser moldeados a gusto del maestro; no es un objeto en construcción sino una persona que se construye.
– Todo aprendizaje supone una decisión personal irreductible, no tenemos poder sobre la decisión de aprender del educando.
Por lo tanto el educador debe tener la convicción que educar es posible y con empeño dotarlo de decisión para que la educación sea algo que él puede alcanzar con afecto, disciplina y estabilidad.
Pigmalión creó a Galatea; Geppeto a pinocho; Frankenstein a su criatura. Los docentes educamos, no fabricamos.
* Director General del Colegio Modelo Santa Teresita
Maestro Normal Nacional y Profesor de matemática.
Fue director de los colegios San Marcos y Pablo Pizzurno.
Ex docente de primaria y de matemática del colegio St. Johns de San Isidro. Autor de varios trabajos y artículos sobre educación.