Por Oscar Eduardo Canay.
En todo el mundo se está hablando del efecto invernadero y los problemas que nos está ocasionando. ¿Qué es el invernadero? Es un lugar que mantiene el calor, un lugar cerrado que permite pasar el frío invierno sin frío. Algo similar le está pasando al mundo; al abrirse la capa de ozono pasan con todo su calor los rayos del sol haciendo que aumente la temperatura de la tierra y se mantenga por largo tiempo.
Los rayos solares pasan por los agujeros ya formados en los casquetes polares. Los problemas para este nuevo milenio pueden traer consecuencias devastadoras en algunos casos y el principal artífice es el hombre. Se fabrican millones de productos que contienen gases que afectan a la capa de ozono, como el Algeón y Freón que son utilizados por los aerosoles, desodorantes, insecticidas, perfumes, pinturas, anticorrosivos, aire acondicionados, heladeras, etc.. El gas no se disuelve en el aire, llega a la capa de ozono y agranda el agujero.
Los países superdesarrollazos van al tope de la contaminación ambiental y el recalentamiento global. Las grandes industrias con sus chimeneas aportan más calor, los reactores de energía, cohetería, aviación y todo aquello que genere calor, aumentan el efecto invernadero.
No permitiendo la recuperación de la naturaleza el mundo va perdiendo las estaciones de otoño e invierno. Como ya se dijo, el efecto invernadero concentra el calor alrededor del globo y lo mantiene, estirando el verano, confundiendo a la naturaleza al provocar los brotes anticipados de las cosechas o la pérdida de las mismas, por ejemplo.
A través de los medios podemos ver los cambios climáticos que se van produciendo, comenzando por los cascos polares, donde grandes bloques de hielo se desprenden viajando a la deriva hasta derretirse, provocando un aumento de agua en el cuenco oceánico y por lógica consecuencia la progresiva disminución de las costas marítimas.
Los cambios climáticos no son casuales. Huracanes, tifones, terremotos, maremotos, etc., son reacciones de la misma naturaleza para defenderse de las agresiones humanas.
Los espejos de agua se secan, las grandes lagunas se achican, los ríos provenientes de las montañas reducen su caudal, las nieves eternas comienzan a derretirse, etc. Cientos de animales mueren de sed y las aves emigran a lugares menos afectados.
Cuando el hombre agrede al medio ambiente de esta forma, deja un futuro incierto para las nuevas generaciones. No debemos colaborar con los destructores de la ecología global. Las multinacionales piensan “hagamos el dinero hoy total mañana no estoy”.
A nuestros hijos y nietos y por su propio futuro, hay que hacerles entender la educación, el respeto y aquellos valores que van más allá de la situación política de cada país. Es enseñarles a comprometerse a producir un cambio a favor de todos. Todo cuanto hagamos para mejorar nuestro ambiente, el lugar donde nos toca vivir, ayudará a mejorar el mundo.